Historia
Según los cronistas históricos, hay dos teorías sobre el origen de Valle de Santa Ana:
Solano de Figueroa, Ortiz de Thovar, y otros cronistas históricos, conectan el origen del núcleo con el asentamiento de algunos moradores en torno a una vieja ermita dedicada a Santa Ana, existente en ese lugar desde época remota, de la que se derivaría el topónimo de la población que se consolidó a su amparo.
Madoz, por su parte, estima que el enclave resulta de aparición más moderna, atribuyendo su fundación, bajo el nombre de Valle del Pino, a ciertas familias jerezanas, que buscaron refugio en tal lugar, huyendo de una epidemia que asoló esta ciudad.
El párroco de la localidad, Pedro Ximénez Burguillos, realiza en 1798, como respuesta a la encuesta de Tomás López, una curiosa descripción del asentamiento, consignando que,
“esta aldea se compone de veynte y tres barrios, tan distantes unos de otros que ni es lugar ni es billa, y es más grande que Sevilla, pues su circunferencia es de algo más de media legua”.
Hace referencia tan singular explicación a la existencia de diferentes grupos de casas separadas entre sí por huertas, olivares, e incluso áreas de monte. Esta misma realidad es reflejada todavía por fuentes de la centuria pasada. Y aún en la actualidad existen barrios muy alejados del núcleo central del poblado.
En 1594 formaba parte de la provincia León de la Orden de Santiago figurando como Xerez de Badajoz, el Valle de Matamoros y el lugar de Santa Ana conjunto que agrupaba a 1963 vecinos pecheros.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de Jerez de los Caballeros. En el censo de 1842 contaba con 390 hogares y 1406 vecinos.
No fue hasta 1860, cuando finalmente se establece como municipio independiente de Jerez de los Caballeros. Se le fijó, finalmente, el reducido ámbito territorial de 383 ha. Segregado del de Jerez, que lo rodea por completo. Este reducido dominio resulta el más pequeño de toda Extremadura, siendo los siguientes Piedras Albas, en Cáceres, con 483 ha. y Valle de Matamoros con 505 ha.
Ocupa un asentamiento de gran belleza natural, cubierto de abundante vegetación en la que abundan los castaños, las zarzas y las huertas. Su principal atractivo reside en la configuración urbanística y el carácter de su arquitectura popular, cuya trama origina perspectivas y rincones del mayor pintoresquismo.
Localización
Valle de Santa Ana, localidad situada en las proximidades de Jerez de los Caballeros, cerca del Valle de Matamoros, ocupando un paraje escabroso de singular belleza natural, cubierto de arbolado y abundante en huertas, entre las sierras de San José y la que las corografías antiguas llaman Peña de la Señora Santana.
Tiene una densidad alta (321,08 hab/km²) en un reducido ámbito territorial de 383 hectáreas segregado del de Jerez de los Caballeros, que lo rodea por completo.
Distancias a:
- Badajoz – 74 Km
- Mérida – 106 Km
Personajes Relevantes del Municipio
FRANCISCO PATRICIO BERGUIZAS
Valle de Santa Ana, 1748 – Cádiz, 1810
Fue presbítero, doctor en Teología, abreviador de la Nunciatura, bibliotecario de la Real Biblioteca y miembro de número de la Real Academia Española de la Lengua, ocupó la Silla I durante los años 1801-1810, fecha en que también ocupaba la Silla V D. Gaspar Melchor de Jovellanos; la Silla I también la han ocupado en épocas posteriores personajes tan ilustres como D. Santiago Ramón y Cajal (Premio Nóbel en Medicina) y el gran poeta español D. Gerardo Diego.
Gran políglota; además de dominar numerosos idiomas europeos, conocía profundamente, no sólo el latín y el griego, sino también el árabe, y sobre todo el hebreo. Así lo demuestran las magníficas traducciones y profundos comentarios que hace sobre muchos trozos del texto bíblico.
No compuso ninguna obra literaria original, pero fue especialmente conocido por su labor como traductor de autores hebreos, griegos y latinos.
Nunca pensó dar a la imprenta sus traducciones, hechas tan sólo para su propia complacencia. No obstante, varias de ellas fueron editadas anónimas y obtuvieron buenos elogios. Ante ello, se decidió a dar a la luz una versión completa de un texto clásico. El deseo de evitar, también, las corrupciones que las copias manuscritas iban introduciendo en sus versiones fue motivo, asimismo, que animó al presbítero extremeño a dar a la prensa el resultado de sus esfuerzos. Parte de sus traducciones, se han conservado en manuscrito.
RUFINO MESA VÁZQUEZ
Valle de Santa Ana, 1948.
Escultor y pintor. Con pocos años abandonó su lugar de origen para trasladarse con su familia primero a Aragón y más tarde a Navarra y Cataluña. Formado artísticamente en Barcelona, obtuvo su licenciatura en la Escuela Superior de Bellas Artes en 1976. En 1975 realizó su primera exposición individual en la Caja de Ahorros de Navarra, en Sangüesa y Estella, con materiales inspirados en documentos etnográficos, recogidos durante un viaje por Turquía, Persia y Afganistán.
Rufino Mesa se dio a conocer en Extremadura con la exposición de uno de sus trabajos más ambiciosos, la serie de esculturas en piedra “Señales en la piel” construida por piezas de gran formato y acusado carácter totémico, en el Teatro y Anfiteatro Romanos de Mérida durante la celebración del XXXIV Festival de Teatro Clásico, el año 1988.
La recuperación del sentido totémico, propio del arte primitivo, son algunas de las constantes que orientan su trabajo.
Entre 1979 y 1980 compaginó la práctica de la escultura con la pintura, dedicándose en exclusivo a la escultura a partir de 1981 experimentando con diversos materiales como el bronce, la madera, la cerámica y la piedra. En 1991 Rufino Mesa era profesor y director de la Escuela Taller de Arte de Reus (Tarragona).
En 2006 obtiene el doctorado con un excelente cum laude por la Universidad de Barcelona. Tesis doctoral: Anell de pedra (1997-2006). Fue director de la Escola Taller d’Art de Reus entre los años 1980 y 1990, y profesor de escultura en la misma escuela. Ha sido el creador del espacio CEN Comella Escultura Natura; una finca de bosque mediterraneo con más de cien obras distribuidas en un diálogo permanente con la naturaleza.
Actualmente es profesor de fotografía en la Escola d’Art i Disseny de la Diputación de Tarragona.
Ha realizado multitud de Obras en Colecciones, Exposiciones Colectivas e Individuales, y recibido numerosos premios y becas.
En nuestro pueblo tenemos el honor de contar con una de sus obras, Emigrantes, realizada en 1990 y colocada en la fachada de la entrada central de la Iglesia del pueblo.